El hombre perfecto, de Linda Howard

Un apunte antes de comenzar: no me gustan nada ninguna de las sinopsis que he encontrado, esta era la más corta, pero en mi opinión no se ajusta en absoluto a lo que es la novela ni explica muy bien qué puedes encontrar en el libro.

EL HOMBRE PERFECTO

Autor: Linda Howard

Editorial: Books4pocket

Serie: Libro independiente

Género: R. Contemporánea

Nº de páginas: 445

Fecha de publicación: 2008

ISBN: 9788496829695

SINOPSIS

Todo empieza como una broma de cuatro amigas en su reunión semanal. ¿El tema de conversación? Una vez más, los hombres. Entre risas, deciden hacer el retrato del hombre perfecto, y ponen por escrito las cualidades que debería reunir: sincero, amable, atractivo, con sentido del humor... y, bueno, hay algo más, un detalle que acabará por desencadenar una verdadera pesadilla.

Sin embargo, Janie y sus amigas no se sienten en peligro. No ven amenaza en las susurrantes llamadas telefónicas, ni perciben la mirada cargada de odio de un personaje cercano. Ignoran que una mente desequilibrada es como la nieve amontonada en la ladera de una montaña: a veces basta un estornudo para provocar un alud.

OPINIÓN

Hay dos cosas fundamentales que destacaré de esta novela:

©      Ambos protagonistas están como verdaderas cabras (pero me encantan)

©      Y odio al gato que Janie tiene que cuidar (es de su madre)

Con esta novela me he reído mucho gracias a los diálogos entre los diferentes personajes, especialmente entre Jaine y Sam (repito, están completamente idos de la cabeza, pero me encantan). Tiene unos diálogos frescos y divertidos, llenos de bromas y dobles sentidos que consiguen que la historia vuele ante los ojos del lector. Por desgracia, estas geniales conversaciones ya no aparecen en las nuevas historias de Howard (menos mal que este libro ya tiene su tiempo).

Me encanta Jaine, con esa velocidad mental para responder con comentarios ingeniosos, con todos los tacos que intenta no decir (cada uno le cuesta un cuarto de dólar), su manera de pensar y actuar, la manera en que afronta los problemas de frente y la extraña adoración por los coches (heredada de su padre).

Y me encanta Sam (©_©). Este es un claro exponente de hombre con características de armario empotrado, con la inteligencia y rapidez mental de un sabueso, con un carácter explosivo pero lo suficientemente dulce cuando debe serlo, y posiblemente sea el culpable de parte del calentamiento del planeta (porque no se puede ir por el mundo perpetuamente “contento”, que eso tiene que ser incómodo hombre…). Vamos, el sueño de toda mujer a la que le guste un tipo duro y protector. Hay que aclarar que Jaine no se queda precisamente atrás en este sentido, ella no es de las que se asustan por los crujidos de las casas por las noches.

En cuanto a la trama que se crea con el lío de la “Lista”, las llamaditas telefónicas y el asesino (chiflado por completo) hay que decir que no sospeché quién podía ser el malo hasta que la novela ya estaba bastante avanzada. Lo cual es muy bueno, porque si no se perdería un poco de interés en la novela (no quita que yo pudiera estar en las nubes y alguien más avispado viese a las claras cómo eran las cosas realmente desde el principio). Teniendo en cuenta lo que nos presentan en el prólogo de la novela y las explicaciones que nos dan al final de todo sobre el porqué de la locura y las motivaciones del asesino, no me extraña nada que el tipo terminase mal de la cabeza y que fuese capaz de llegar a asesinar por algo tan insignificante como una lista de requisitos para el hombre perfecto.

De toda esta historia hay dos cosas que me descolocan mucho. Una es la exagerada popularidad que adquiere “La lista del hombre perfecto”; una simple lista con requisitos que todo el mundo imaginaría que una mujer puede desear en su hombre ideal, consigue adquirir la importancia de noticia a nivel nacional a la velocidad de rayo (esto no me lo trago ni con una jarra entera de té helado). Lo segundo es que (esto es un pequeño spoiler, así que los aprensivos cerrad los ojos) que nadie, y digo NADIE, a la semana siguiente de conocer a una persona se plantea un matrimonio, y menos uno que se celebrará en tres semanas (eso suena a historia sacada de la regencia con matrimonio arreglado en tiempo record). Y si ya le sumamos que a la “prometida” la acecha un asesino y el “novio” se encarga de parte del caso… (esto tampoco me lo trago).

Resumiendo: es una historia divertida, con protagonistas y secundarios muy interesantes y 100% Howard (en sus buenos tiempos), con un asesino de los más chiflados e irracionales que me tengo cruzado hasta ahora, creo que con una trama e intriga aceptables y con unos diálogos chispeantes. Recomendado no, ¡recomendadísimo! NOTA: Un 8,9.

Si al final os decidís a leer esta novela atentos al momentazo “espiando al vecino en la cocina” y al momento “resaca de velatorio”.