La canción de Annie, de Catherine Anderson

Antes de empezar, tengo que decir que estoy absolutamente enamorada de esta novela. No había leído nada de esta autora, pero ahora me estoy planteando seriamente el atracar (tranquil@s, no literalmente) una librería y llevarme todo lo que encuentre de esta mujer.

LA CANCIÓN DE ANNIE

Autor: Catherine Anderson

Editorial: Manderley

Serie: Libro independiente

Género: Histórico

Nº de páginas: 470

Fecha de publicación: Noviembre de 2010

ISBN: 9788483651346

SINOPSIS

Una canción que cura los males del corazón…

Annie Trimble vive en un mundo solitario en el que nadie puede adentrarse ni tampoco comprender. Tan delicada y hermosa como las dulces flores de la primavera de Oregón, es rechazada por un pueblo que malinterpreta su aflicción. Aunque esta crueldad no puede destruir el amor que Annie lleva dentro de su corazón.

Alex Montgomery se horroriza al saber que su rebelde hermano pequeño le ha forzado a una relación con una indefensa “chicha tonta”. Atormentado por la culpa, Alex acepta casarse con ella y criar al bebé que ella espera como si fuera suyo. Pero nunca sueña con que llegará a querer a su cariñosa, callada y mal juzgada Annie —su infantil inocencia, sus femeninos encantos y la asombrosa visión que ella tiene de las cosas—. Entonces se empeña en romper la barrera de silencio que la rodea, para curar y ser curado por la dulce canción de amor de Annie.

***

Alex se queda horrorizado al descubrir que su hermano ha forzado a una muchacha indefensa. Atormentado por la culpa, Alex se casa con ella y pretende criar al hijo que lleva en su vientre. Al poco tiempo de la boda, Alex descubre que Annie, la hija «boba» de un juez local, no sufre ninguna discapacidad mental, sino que padece sordera. Mientras Alex aprende a comunicarse con Annie, despierta una parte inexplorada de la muchacha y le descubre el mundo del amor.

OPINIÓN

Sencillamente increíble. No tiene otra definición mejor, y decir otra cosa sería quedarse cortos o faltar a la verdad. Todo aquel que haya leído esta historia y diga que no le gusta es alguien que no tiene sentimientos o que le falta un tornillo (o que directamente no se ha enterado de nada de lo que ha leído); y me da igual parecer intolerante, pero es que hace mucho, mucho tiempo que no leía nada tan sumamente perfecto.

Pensaréis que estoy exagerando, pero os aseguro que no, y si lo pensáis es porque no habéis leído esta novela (¡Ya estáis tardando!).

Vamos a ser sinceros. Este no es un libro ligero, es un libro con sus puntos duros de tragar pero contados de una manera que se hacen más tragables (¡Toma palabreja!). Como todo el mundo puede saber por la sinopsis, Annie sufre una violación por parte del Douglas, el hermano de nuestro protagonista (y del cual estoy profundamente enamorada); pero aún siendo este un hecho duro y terrible, un acto inaceptable por parte de cualquier ser humano, la autora lo narra (entre comillas, porque se salta esa parte; gracias a Dios) de una manera en la que no suframos demasiado con los detalles pero sí que nos quedemos con la idea del sufrimiento que ha pasado Annie. No me gusta hablar de estos temas, así que mejor no profundizo más.

Como resultado de ese crimen contra la pobre Annie, se producen dos acontecimientos: que ella queda embarazada y que es empujada a casarse con un hombre que es el vivo retrato de su violador, Alex Montgomery. Hay que decir que Annie no se entera de que se ha casado, nadie se molesta en explicarle nada, ni sus padres (que son unos elementos de cuidado) ni Alex, que da por hecho que sus padres se han encargado del asunto.

Annie pasa un tiempo aterrorizada por el hecho de que se hombre que tanto se parece a su hermano sea igual de cruel y malo que él. Pero Alex no es como el desgraciado de su hermano, todo lo contrario. Tarda menos de un suspiro en empezar a preocuparse por cada detalle o problema de la vida de Annie, y antes de darse cuenta ya está enamorado de ella; lo cual es un problema, porque la pobre chica tiene (para muchas cosas, pero no para todo) la mentalidad de una niña pequeña. Pero Alex demostrará ser un hombre paciente y cariñoso. Se esforzará por aprender a comunicarse con ella, porque sea feliz en su nueva casa, se preocupará constantemente de su estado de salud y de que no le falte de nada. Gracias a todo esto Annie comienza a confiar en él.

Catherine Anderson

Es una historia maravillosa basada en la confianza y en la superación de los límites que otros nos establecen. Annie comienza a confiar en su marido, Alex aprende a tener paciencia con su esposa y a no estar solo en la vida; Annie se libera poco a poco de las estrictas normas establecidas por su madre, Alex aprende a amar a una persona y a traspasar las barreras que los separan. Son una pareja sencillamente perfecta.

De Annie se sabe desde un comienzo que es una chica muy dulce e inocente (todo debido al aislamiento a la que la han sometido durante años sus padres), pero la dulzura y ternura de Alex la vamos descubriendo poco a poco. La vemos cuando decide bailar con Annie en el desván en su salón de té para niños y con una música imaginaria, cuando le hace dibujos para explicarle que tiene un bebé creciendo dentro de ella, cuando decide conquistarla y cortejarla mediante sonidos que ella pueda escuchar, cuando llena su estudio de instrumentos musicales solo para hacerla feliz o cuando se esfuerza tantísimo en conseguir que ella aprenda a comunicarse con el leguaje de signos.

Por todo esto (y por mucho más que no cuento porque se está haciendo demasiado larga la crítica) creo que es una novela ya no altamente recomendable, si no imprescindible. Escribiría otras tres páginas alabando esta gran novela pero… seguramente os destriparía por completo la historia (creedme, soy muy capaz, no me controlo nada). Así que por esta vez, y teniendo en cuenta que esta nota no la otorgo con mucha frecuencia… NOTA: Un 10 (y porque no hay más, que si no se lo daría).

Como siempre, ha salido una crítica más larga que la lista de navidad de un niño malcriado, pero por esta vez no me arrepiento; es más, creo que me he quedado corta. ¿Habéis leído ya esta obra maestra?