Todo por un beso, de Loretta Chase

Tengo que reconocer que este libro me ha gustado mucho más que el otro que he leído perteneciente a esta saga. Puede que se deba a que en esta novela he encontrado más humor (aunque en esta ocasión, por suerte o por desgracia, nadie dispare a nadie).

TODO POR UN BESO

Loretta Chase
Editorial: Plaza&Janés, Cisne / Enero 2008
ISBN: 978-84-8346-549-3
Género: Histórico
Serie: 5º- The Lion's Daugther - Chase

Título original: The Last Hellion
Editorial original: Avon / Abril 1998
ISBN original: 0-380-77617-0

SINOPSIS

Era una mujer asombrosamente ardiente y Vere Mallory, el notorio Duque de Ainswood, nunca había conocido a nadie como ella. Y, a pesar de que creyó que estaba rescatando a Lydia Grenville de los brazos de un renombrado holgazán, se percató rápidamente que ella estaba completamente enfadada por su interferencia. Divertido por la rabia que esa gatita del infierno estaba mostrando, Mallory se jura a sí mismo enseñarle un poco de humildad —tanto en la vida, como en el amor. Lydia Grenville estaba echa una furia. Estaba determinada a librar a todas las mujeres de los deshonrosos libertinos como el infame Mallory, para que no se rindan a sus escandalosos encantos. Sin embargo, y muy a su pesar, se ve abrumada por las vivas sensaciones que él produce en su cuerpo y, cuando descubre que él se ha jactado de que conseguirá domarla, Lydia promete no ponerle las cosas fáciles y pelear con uñas y dientes... pero nada la había preparado para terminar rindiéndose a sus brazos.

OPINIÓN

Creí que Abandonada a tus caricias era lo mejor que podía llegar a ofrecer esta autora, porque difícilmente se puede superar una larga lista de atributos casi perfectos que hacen de esa novela una trampa que atrapa al lector desde el primer momento; pero está visto que me equivoqué. Con Todo por un beso me he reído un millón de veces más, los diálogos han seguido su línea atrevida y chispeante, y los protagonistas me han sorprendido siendo incluso más fascinantes que sus predecesores. Con un protagonista como Vere Mallory, duque de Ainswood, que tiene tan claras sus ideas con respecto a las mujeres y que está entregado por completo a los excesos de la vida, era difícil no ver el fuerte encontronazo que tendría con Lydia Grenville en cuanto se conociera; y esto se debe a que son totalmente opuestos. Lydia es una mujer con ideas propias y que no se deja intimidar con facilidad, justo el tipo de mujer que Vere no considera de su interés; ella pelea por los derechos de la gente, principalmente de las mujeres, denuncia las penurias de las personas pobres con sus artículos de prensa, y Vere se dedica a fingir que nada de eso le importa, y sigue creyendo que Lydia piensa demasiado…

Era inevitable que en algún momento terminasen chocando; lo interesante es que fue el puño de Lydia el que chocó con la mandíbula de Vere, dejándolo en ridículo delante de un gran número de espectadores.

A pesar de los golpes, las diferencias de opinión y la arrogancia de Vere al pensar que podría “domarla” y conseguir que hiciese lo que él quería, estos dos personajes terminan casados a consecuencia de una interesante apuesta en una carrera; terminan queriéndose sin decírselo pero demostrándolo a cada minuto. Al final hasta son capaces de trabajar en equipo cuando se trata de salvar a inocentes, y no se les da nada mal.

Ambos aprenden lo que es querer a una persona más que a uno mismo, lo que significa confiarle hasta la propia vida y lo divertido que puede resultar estar casado, cuando ambos pensaban que debía de ser la mayor de las torturas. Y todo esto lo aprenden con toneladas de humor y con una historia llena de pasión que no llega a decaer en ningún momento, en la que aparecen viejos conocidos, como los protagonistas de Abandonada a tus caricias o el entrometido y causante de la mayoría de sus males, Francis Beaumont. En esta historia también tenemos más de una boda con final feliz, personajes secundarios sin los que la historia no sería igual y una enorme mastín con muy malas pulgas cuando se la provoca o alguien le quiere hacer daño a “su mami”.

¿Qué más se puede pedir para que una novela se convierta en un fascinante viaje de amor por todo el Londres del siglo XIX? NOTA: Un 9,5.

Tengo que dar mil gracias a Ana por regalarme estas dos pequeñas joyas que seguramente yo no habría descubierto por mí misma.