Todo el mundo tiene un mejor amigo, buenos amigos, amigos a secas y conocidos. Y como es lógico, se espera que cuando hay problemas o se les necesite, se presenten para ayudarte en todo lo que puedan. Lo normal es que sean medianamente puntuales en vuestras citas y que no las cancelen en el último momento, alegando siempre excusas baratas que nadie creería. Deberían acordarse de tu cumpleaños y, al menos, felicitarte. Además, si tú, en su momento, te molestaste en buscar un buen regalo para sus cumpleaños ellos deberían hacer lo mismo. Como buenos amigos, cuando tengas alguna pena o problema, tendrían que prestarte su hombro para que pudieras llorar a gusto en lugar conocido y no tener que buscar a alguien con quien no tienes confianza para desahogarte.
Estoy segura de que, en alguna parte, existe un libro con las normas que deberíamos seguir para ser buenos amigos. Un decálogo que nos guíe en las relaciones amistosas. Si no existe, alguien tendría que escribirlo y enviárselo a todos esos que dicen ser nuestros amigos pero que en el fondo solo aparecen cuando se acuerdan de que existes; a esos a los que les prestas tu hombro para llorar sus penas pero que luego te esquivan cuando hay posibilidad de que tus lágrimas les manchen la chaqueta. Todas esas personas a las que se les llena la boca diciendo que tienen tantos amigos, que siempre tienen a alguien con quien tomar un café o salir a cenar, a toda esa gente a la que le presentan a alguien y, tras cruzar tres palabras con esa otra persona, ya le consideran su amigo del alma… A todos ellos les quiero decir una cosa, aun por muy dicho que esté: un amigo está ahí para lo bueno y para lo malo, y esta regla debe funcionar en las dos direcciones y no solo en la que nos convenga.
La amistad es como una planta. Hay que cuidarla cada día para que dé sus frutos, y no dejarla a la buena de Dios para que se cuide y se cultive sola.
Los amigos son tesoros que se han de guardar y administrar bien, porque si no se cuidan son como el dinero, como vienen se van.
La amistad no se conserva con palabras vacías que pueda llevarse el viento; ha de conservarse con hechos, acciones y gestos que demuestren de verdad a la otra persona que realmente le importas.
A la familia no la eliges, pero a los amigos sí. ¿Para qué eliges a tus amigos si luego no los vas a tratar como se merecen?
Os preguntareis por qué os estoy diciendo todo esto. Pues bien, hoy me he dado cuenta de que a las personas a las que yo llamaba amigos no les importo tanto como yo creía. Me duele decir esto, porque son muchos años de amistad, buenos y malos momentos, risas y millones de anécdotas compartidas. Llega un momento en la vida en el que te paras a pensar sobre cosas que a otros les parecen detalles insignificantes, pero que a ti te importan mucho, y que en ocasiones te hacen daño. Los demás no comprenden por qué te incomodan esos pequeños detalles, y muchas veces, ni tú mismo lo comprendes, pero eso no quiere decir que te hagan menos daño.
Los plantones de última hora, señora Paula Plasencia, incomodan a todo el mundo, no sólo a usted. Y llegar una hora tarde no es un pequeño retraso. Sus excusas ya no me valen.
Las palabras de apoyo vacías, señora Milagros (Mila) Vilas, tienen que demostrarse también con actos, y no olvidarlas pensando que nadie se acordará de lo dicho. No se puede complacer a todo el mundo.
Los problemas insignificantes de la vida, señora Nieves Caballero, son importantes para uno mismo, pero recuerde que los demás también tenemos de esos “problemillas”. Deje de darle tanto a la cabeza y preocúpese de ser realmente feliz.
Todo el mundo ha tenido una primera vez en algo, señora Ágata Verdasco, y a todos nos asustan las cosas nuevas, pero debe recordar que no ha sido la única en pasar por eso. Sus problemas de nervios se arreglan con una tila y un poco de paciencia por su parte.
¿Dónde estaban ustedes cuando perdí a una buena amiga? ¿En qué agujero se escondieron cuando la que tenía problemas amorosos era yo? ¿A qué enfermo, primo o “amiguito” estaban visitando cuando yo más necesitaba uno de esos “cafés terapéuticos” a los que ustedes tanto recurren cuando tienen problemas? ¿Dónde estaban cuando la que estaba colapsada y al borde de una depresión era una servidora? ¿Qué compromiso ineludible tenían el día de mi cumpleaños que les impidiera tomar un mísero café conmigo? ¿Cuál de ustedes me ayudó cuando la asustada de la vida era yo?
Hoy me siento dolida con cuatro personas que consideraba casi como de mi sangre. Tal vez les parezca excesivo todo lo que he dicho de ellas y, probablemente. Mis nervios me estén jugando una mala pasada, Pero... ¿Qué narices? A todo el mundo se le permite tener una crisis de cuando en cuando, ¿O no?
Espero que ustedes tengan mejores amigos que yo. Amigos de verdad, a los que no les importe decir un “te quiero” a tiempo que un “lo siento” tardío.
13 Terroncitos de azúcar:
Esas no eran amigas nena, asi que mejor tenerlas lejos, me gusta como escribes, sigue haciéndolo.
Yo estoy de acuerdo con Anus... esas no eran amigas ni eran nada. Felicidades por el relato!!!
una amiga de verdad no hace esas cosas.
entiendo que estés dolida. mucho
te duele el tiempo compartido que ahora lo consideras perdido
vendran nuevas, diferentes, pero vendrán otras
y elegirás a aquellas que te hagan bien y estén no solo en las buenas, sino en las malas también
excelentemente relatado
me gustó mucho
beso grande
Hola Hola,
Mi niña, ¡qué les den mucha candela!..por no decir otra cosa.
En la vida uno encuentra, se cruza con personas...., pero lo mejor siempre está por llegar.
Míralo por el lado positivo y piensa que te has hecho limpieza. Otras gentes conocerás y serán amigas fantásticas, sin condiciones.
Miles de abrazotes!!!
Mis queridas damas:
No creo que en el fondo sean malas, simplemente, hoy en día la amistad ya no se valora tanto como antes y a cualquier cosa se la llama amigo. Pero como muy bien han dicho ustedes, siempre hay algo mejor que está por llegar.
Les deseo lo mejor para con sus amistades.
Me alegro de que les haya gustado mi pequeño relato; muchas gracias por sus alabanzas.
Mis saludos
Lady D.
Qué bien escribís! Me gustó mucho.
Yo lo miraría de esta forma: ésas no eran amigas, por lo tanto fue muy bueno que se "destapara la olla". Cuánto antes lo sepas, mejor es.
Yo he notado que en situaciones críticas han aparecido personas que se han comportado fantásticamente sorprendiéndonos y otros que te desilusionan. Es así!
Besos para vos y Dama Blanca
hola Lady Dark!!
La palabra"amiga" la decimos muchas veces al dia,pero la realidad es q "amigas"pero amigas con mayusculas,la tenemos muy poco en nuestra vida,ahora eso si,cuando"estan" es pa' siempre.
Lo mejor Lady?es q te hayas dado cuenta y abierto los ojos a esas"conocidas"que tu cariñosamente llamabas amigas,no lo son en realidad y q en verdad,lo q eran es q te tapaban a las verdaderas amigas q estan por llegar.
Un beso fuerte
Hola Lady Marian. Es cierto lo que dice de esas personas que aparecen cuando más necesitamos ayuda. Suelen ser pocas, pero nos sorprenden con lo que son capaces de hacer por nosotros. A esa clase de gente es a la que hay que llamar AMIGO.
Mis saludos
Lady D.
Hola María. Incluso en la amistad podemos llegar a ser completamete ciegos. Esa ceguera, a menudo, nos impide ver a las personas que realmente valen la pena en nuestra vida. Pero es difícil darse cuenta, solo abrimos los ojos cuando pasa algo malo en nuestra vida.
Mis saludos
Lady D.
Como dices hay toda clase de "amigos".
Espero que sigas poniendo esos relatos.
Un besote!
Hola Lady, hoy he pasado por tu blog y acabo de ver tu comentario sobre "las amistades", yo no escribo tan bien como tu, pero estas palabras son para decirte que estoy de acuerdo contigo.
Las amigas tienen que estar para lo bueno y lo malo. No solamente para cuando ellas te necesitan y tu dejas de lado todo por ellas, por estar a su lado, por ser su paño de lagrimas, por llamarlas solamente tu por telefono. Pero puede que te consuele que no eres la única a la cual sus "amigas" le hayan hecho el vacio, el no querer saber nada cuando mas las necesitas, despues de que tu has sido todo para ellas, solo recibes alguna excusa y solamente por mensaje en el movil, pues si te hablan directamente puedes darte cuenta de que no les importas lo suficiente. Es en esos momentos cuando te planteas si de verdad son tus "amigas" y sabes tal vez no se den cuenta que tu vas haciendo en esos momentos selección de amistades.
Pero como tu bien dices (a la familia te la imponen, los amigos los eliges tu..)
Un saludo
Hola, Dama:
Yo también he pasado por lo que estás pasando. Personas a las que yo creía que eran mis amigas me hicieron muchísimo daño. Fue cuando iba al colegio. Aún no me he repuesto de ese golpe y han pasado ya muchos años. Me cuesta todavía trabajo confiar en la gente. Por eso, dudo y vacilo cuando se trata de abrir mi corazón. No quiero sufrir de nuevo. Dama, quiero tenderte mi mano y que pienses en mí desde hoy como si fuese tu amiga. Y olvida el pasado. Yo estoy intentando superar el mío.
Un abrazo muy fuerte.
Hola Lily.
Siento mucho que te ocurriera algo así de desagradable, eso suele afectar mucho a las personas que realmente le dan gran importancia a la buena amistad. Espero que encontrases nuevos amigos para llenar el hueco que dejaron los que no lo eran.
Pero he de decirte que este pequeño relato no es mío, es de una colaboradora del blog, Lady_Dark, que en ocasiones nos ameniza el día con sus relatos. No estoy del todo segura de que este relato sea real, o basado en algo real, pero aún así espero que te ayudase en algo; me alegro de que te gustase su pequeño relato.
Besitos!
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