Última novela de Las Viudas Alegres (al menos por el momento publicada), en la que nuestra protagonista necesita más que cualquier otra convertirse de una vez en una viuda alegre.
DÉJATE LLEVAR
Autor: Candice Hern
Editorial: Pandora
Serie: 3º Viudas Alegres
Género: Histórico
Nº de páginas: 275
Fecha de publicación: Abril de 2010
ISBN: 9788498005646
SINOPSIS
Viuda de un famoso obispo, Grace Marlowe está escandalizada e intrigada por las aventuras amorosas de sus amigas las Viudas Alegres. Pese a haber aceptado el pacto, no puede imaginarse entregándose a la pasión… hasta que el libertino más célebre de Londres pone los ojos en ella.
John Grayston, séptimo vizconde Rochdale, nunca ha rechazado una apuesta, sobre todo cuando ésta implica seducir a una mujer hermosa para llevársela a la cama. John está dispuesto a apostar su más preciada posesión a que no hay una sola mujer en toda Inglaterra que sea inmune a sus encantos. Pero cuando el objeto de la apuesta es la remilgada y decente Grace Marlowe, tiene que emplearse a fondo y echar mano de todo su atractivo seductor.
La inquebrantable virtud de Grace es puesta a prueba cuando el infame granuja muestra un inesperado interés en ella. Indignada, halagada, y reticentemente atraída, no tarda en empezar a sucumbir al hechizo del hombre que se oculta tras su escandalosa reputación, Rochdale, en cambio, se siente gozoso al descubrir la ardiente pasión que esconde la beata fachada de Grace. Pero cuando los corazones y las vidas se entremezclan en el juego, los verdaderos motivos de su seducción podrían echarlo todo a perder…
OPINIÓN
Tengo leído barias historias basadas en apuestas, más o menos decentes o indecentes, pero creo que esta es de las que más me ha gustado. No porque sea la típica historia divertida con enredos y situaciones cómicas cada dos páginas (que eso también cansa, al menos a mi), si no porque ambos personajes son más complejos y tienen más problemas de lo que pueda parecer a simple vista.
Grace es viuda desde hace tres años; y nada más y nada menos que viuda de un importante obispo, de esos que te cuentan historias de que hasta respirar es pecado y que las mujeres son débiles de voluntad por naturaleza (un encanto de hombre vamos…). Como Grace es hija de un sacerdote y se casó muy joven, termina por creer a pies juntillas todo cuanto le dice su marido, y por convertirse en una mujer dócil y complaciente con todo lo que ordena y manda su marido (aaaaménnn…). Algunos la tachan de estirada, sosa, demasiado decorosa o incluso fría. Pero en el fondo no es nada de eso; simplemente no sabe vivir la vida.
Y para aprenderle a vivir entra en escena lord John Grayston, vizconde de Rochdale, que es el tipo con la peor reputación de todo Londres, con fama de vividor escandaloso, jugador empedernido, mujeriego sin remedio… (lo más típico de las novelas históricas). A Rochdale le proponen una apuesta: llevarse a la cama a la mujer más difícil de todo Londres (nuestra Grace) para ganar un excelente caballo, si pierde, tendrá que entregar al otro apostante su mejor yegua (cosas de hombres…).
![]() |
La portada en inglés no cambia nada |
Rochdale es todo lo contrario que Grace, y todo lo que ella odia en un hombre, por lo en un principio no se llevarán muy bien. Pero la cosa va cambiando una vez que Rochdale se da cuenta de que Grace ha vivido un matrimonio gris y sin ningún tipo de pasión (¡no por Dios, que para el obispo era pecado!). Le empieza a mostrar mil maneras más de vivir, mucho más emocionantes, con lo que va consiguiendo que la fachada de mujer respetable y perfectamente virtuosa se vaya resquebrajando.
Grace, a su vez, va descubriendo que muchas de las historias que se cuentan de John no son del todo ciertas, que siempre hay una segunda versión de la historia, pero que él no se molesta en desmentir nada porque prefiere tener esa pésima reputación ante el mundo. Descubre que una vez fue un chico estudioso, con buenos amigos y grandes sueños y principios, pero que por circunstancias de la vida terminó convirtiéndose en el hombre que es en ese momento. Intenta salvarlo (como no…), pero John le deja claro que no hay nada que salvar, que le gusta ser como es y que no piensa cambiar (al menos no del todo).
Me gusta esta historia por dos grandes razones. En primer lugar, porque se muestra de una forma bastante clara como las mujeres de esa época vivían totalmente reprimidas en todos los sentidos por culpa de sus maridos y familiares; e incluso cuando se convertían en respetables viudas (situación que debería reportarles cierta libertad), seguían estando presas porque debían honrar con sus actos las memorias de sus esposos muertos. Nuestra Grace jamás gozó de un matrimonio normal, la convirtieron en una muñequita manejable al antojo de su marido; hombre que consideraba que las mujeres no podían disfrutar del sexo porque era pecaminoso para ellas (¡a ese sí que le daba yo con toda la Biblia en la cabeza!). Menos mal que conoció al diablillo de John que se las sabe todas…
En segundo lugar, es agradable ver como John se reforma solo lo justo para ser una buena pareja para Grace (pero solo lo justito). Para mí no resulta creíble que de la noche a la mañana un protagonista que antes era el diablo en persona, pase a ser un corderillo fiel y bondadoso con todo el mundo. John no es así; sigue teniendo su fuerte temperamento, con sus insinuaciones, con sus apuestas y pasando olímpicamente de lo que la gente diga. Es como tiene que ser, porque si cambiase del todo, perdería su encanto.
En resumidas cuentas, es una buena historia, con personajes ya conocidos de las anteriores novelas, escenas divertidas, apasionadas, dulces, grandes discusiones, y por supuesto con una viuda alegre, la más alegre y merecedora de ese título que todas las demás. NOTA: Un 7,5.
Por curiosidad… ¿Qué pensáis de los libertinos de las novelas que se reforman por completo de la noche a la mañana y se hacen unos santos varones?